2.7.07

Un relato...

No sentía en ese momento ningún tipo de dolor, lo que era algo muy nuevo para ella. Llevaba meses, años, con un dolor metido en el cuerpo, nada físico, le dolía el alma y aunque le dijeran que era pasajero, no pasaba. Quizás no tenía la suficiente paciencia pero ya nada de eso importaba. Notaba como todo el cuerpo se le empezaba a agarrotar de todas las pastillas tomadas, y eso le hizo llorar, pero de alegría. En ese momento, en el que iba a morir, se le pasaron algunos recuerdos por su cabeza…

Recordó sin saber como el momento en que nació y sus padres la miraron con lágrimas en los ojos por primera vez. Sabía que, tomada esta decisión, ya solo habría lágrimas en los ojos de ellos, pero es que ya muy poco le importaba.

Recordó el día que conoció a su mejor amigo, con solo dos años y como saltaron encima en unas colchonetas.

Se acordó de toda su familia, que tanto se había preocupado por ella (bueno, una parte) y lo mismo, como tendrían que sobrevivir sin ella. Pero se acostumbrarían. Pero ella a su vida no.

Se acordó de sus peluches, sus barbies, de sus juegos infantiles…

De sus amigos… a los que había maltratado últimamente y por tanto no se merecía más que eso.

Poco más puedo recordar… algún beso robado, algún sentimiento de amor perdido… pero ya dejaba de pensar, toda se dormía.

Me gustaría contar que recapacitó en el último momento, que vomitó, que llamó a urgencias. Pero no fue así. Ahora descansa en paz…




1 comentario:

Bea dijo...

A veces el corazón pierde completamente su fe y por tanto su voz y si no hay nadie al lado que le de una pequeña luz de esperanza el final suele ser irreversible y angustioso.
Pro desgracia a dia de hoy son más las personas que deciden terminar con sus vidas debido a diferentes adiciones que les llevan a la más extrema desesperación hasta el punto de encontrar en su muerte el unico modo de poder dejar de sufrir.